CON BRILLO: Los mil y un usos del Amoníaco (III): cocina

jueves, 18 de julio de 2013

Los mil y un usos del Amoníaco (III): cocina

Cocina


Foto: arqhys.com

En la cocina hay varios usos que se le pueden dar al amoníaco:

Frigorífico: para eliminar los malos olores y las manchas amarillentas que con el tiempo se forman en los electrodomésticos frota con un paño empapado en amoníaco diluido (en un cubo de cinco litros de agua añade cuatro cucharadas de amoníaco).

Lavavajillas: añade de vez en cuando un par de cucharadas a la vajilla y ayudará a quitar la capa opaca que se va formando, devolviendo el brillo a vasos y platos. Además contribuirá a eliminar los malos olores.

Vitrocerámica: ideal para quitar las manchas de grasa quemada, además quedará brillante. El amoníaco es un químico alcalino, por lo que no daña la superficie de la vitrocerámica.

Horno: si después de utilizar el horno se derramó algún líquido y quedó pegado cúbrelo con un paño empapado en un bol de agua con unas gotas de amoníaco con el horno aún caliente. Déjalo durante 20 minutos y después pasa un paño. También puedes dejar el bol con agua y unas gotas de amoníaco dentro del horno caliente para que el vapor ayude a desincrustar toda la suciedad. Después sólo enjuaga con un trapo limpio. Este procedimiento también es muy útil en el microondas. Además eliminará malos olores.

Azulejos y armarios con salpicaduras de grasa: en la cocina es inevitable que haya manchas de grasa, prepara una mezcla de alcohol etílico, agua y amoníaco a partes iguales, viértela en un pulverizador y pulveriza sobre las manchas. Espera un momento y pasa un trapo limpio. Esta mezcla deshace la grasa de forma muy eficaz y no necesita enjuague, dejando las superficies brillantes.

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