Los antiguos, de madera estofada o con algún acabado con pátina, se limpian con un plumero suave o pincel fino, no con un trapo.
Los de madera pintada o barnizada, se pueden frotar con un paño de lana bien seco, sin aceite ni cera.
Los de plata se limpian con limpiaplata o con un trapo humedecido en agua y amoniaco.
(CEICID)
No hay comentarios:
Publicar un comentario